22/4/08

TYPE THE SKY


Realizado por Lisa Rienermann, una estudiante de la Universidad de Duisburg-Essen.
Esta tipografía fue realizado con los espacios que van quedando entre los edificios y casas mirados desde el suelo, en la ciudad de Barcelona.

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Interesante ejercicio de forma y contraforma

11/4/08

18:30 RELATO VISUAL




La calidad del video se fue a la Mier....

10/4/08

Chile. Santiago. Súper Paisaje


“Somos un país de paisajes”, es la frase enunciada por Emilio Marín, (Arquitecto egresado de nuestra Universidad) dentro de la charla brindada el día martes pasado para nuestro taller Ciudad Visual.
Si definimos rigurosamente lo que se entiende como paisaje, este sería cualquier área de la superficie terrestre producto de la interacción de los diferentes factores presentes en ella y que tienen un reflejo visual en el espacio; compuesto por elementos que se articulan entre sí, básicamente de tres tipos: abióticos, bióticos y antrópicos.

Es aquí en donde surgen dos imágenes muy claramente definidas y contrastadas al referirse al paisaje de Chile. Los paisajes naturales y los paisajes artificiales (construidos por la sociedad). Y es que si hablamos de paisajes naturales en donde el hito natural se presenta en gloria y majestad, adjudicándose “el rostro” de una determinada zona, una carta de presentación o una foto postal. Ejemplos sobran, basta con nombrar La Portada de Antofagasta, el Morro de Arica, Las Torres del Paine, los Volcanes del sur del país, entre otros.
Paralelamente en las ciudades, nos encontramos con estos paisajes urbanos artificiales en donde escasean los hitos geográficos, en donde las edificaciones pasan a tomar este lugar y se trasforman en un hito arquitectónico de un lugar determinado..

En Santiago y muchas otras ciudades del mundo, el paso del tiempo han ido trasformado las obras arquitectónicas propias de la ciudad en hitos que se trasforman en la representación de la misma. Por lo último no es raro reconocer el Obelisco, la Torre Eiffel, La Gran Muralla China, La Estatua de la Libertad, La Torre de Pisa o el Empire State. En el caso de Santiago no es diferente lo que ha ocurrido. La Catedral, el edificio telefónica, el palacio de gobierno e incluso la Torre ENTEL (construida en la década del 70, por la oficina de arquitectura de Alberto Cruz E., construcción que por años fue y sigue siendo, un hito referencial de la capital), transmutan su rol meramente funcional adoptando también un rol icónico/simbólico, tanto para la propia sociedad como para el extranjero.

"El paisaje urbano, entre sus múltiples papeles, tiene también el de algo que ha de verse, recordarse y causar deleite” según Kevin Lynch en su libro “la imagen de la ciudad” esto con el fin de encausar las intervenciones y transformaciones que se van efectuando en la misma ciudad, entregándole a las disciplinas proyectuales la responsabilidad de la visualidad del paisaje urbano conjugando principalmente los factores abióticos y antrópicos mencionados al principio.

Para Aldo Rossi, arquitecto italiano ganador del premio Pritzker en 1990, la arquitectura debe: “Revalorizar la obra singular y el monumento como elemento fundamental de la historia de la ciudad y de la memoria colectiva”.

En cierta medida es lo que ha estado ocurriendo con el paisaje urbano contemporáneo, en donde cada hito arquitectónico de la ciudad evoca sensaciones y situaciones, grabados inconcientemente en cada uno de los nosotros.

9/4/08

100 Fotos

8/4/08

Mi Ciudad


Buscando el como comenzar a redactar el “paper” en torno a la ciudad y la relación que tengo con ella, un increíble bombardeo de aristas temáticas por donde comenzar a explicar se me venía a la mente, mezclándose unas con otras, superponiéndose entre sí. Por lo tanto, simplemente creo que comenzaré por confidenciarles un secreto. Me considero amigo de la ciudad.
Si, es verdad, me considero una persona muy urbana, entendiéndose esto como el hecho de disfrutar todo lo que implica el estar inmerso en una ciudad con su pro y sus contras respectivos. Pese a todos los detractores que existen y postulan que vivir en Santiago es algo caótico, estresante y hasta deprimente. Esto según un estudio encargado por Chilectra para el desarrollo de sus próximos proyectos de áreas urbanas y publicado por el Mercurio la tercera semana de Octubre del año pasado, en donde el resultado fue tajante al arrojar un 71% de los habitantes encuestados, declaraba que se iría de la capital si pudiese.

Sin embargo este cariño por la capital no siempre fue así. Como oriundo de la comuna de Maipú, nacido y criado en la misma, la vivencia con mi entornos resulto ser algo plana e inanimada en un comienzo; y no fue hasta que éste entorno comienza su hibridación de ser una comuna residencial-dormitorio, de casas modestas, calles pequeñas y uno que otros servicios; a poblarse de edificios con enormes ventanales en todo su frontis, cadenas de supermercados, uno que otro centro comercial y avenida pajaritos deja de ofrecer el enorme y característico túnel formado por los árboles de ambos costados de la arteria, para pasar a trasformarse en otra avenida más de las muchas que ya existían.
Con el tiempo, la comuna de Santiago y Maipú se hacían cada vez menos divergente en su forma, y yo por mi parte, lograba entender esta conurbación que el mismo aumento de la densidad poblacional produce. (468.390 habitantes según el SENSO 2002, en la comuna de Maipú).

Paulatinamente, y yo ya más adulto, comencé a hacer uso de estos espacios públicos, de estos mismo espacios de donde la gente parece querer escapar, no se si por miedo o por falta de tiempo para poder hacer uso de ellos. “Tomándome” un espacio de una manera no invasiva ni violenta, sino con la presencia. Haciendo uso de un derecho que me pertenece y pertenece a todo el resto de personas que son parte de esta sociedad.
Poco a poco comencé a descubrir la ciudad, una misma ciudad en la que había vivido 17 años, pero que solo en este momento comenzaba a observar y experimentar; y es así como surge una actividad particular reiterativa en mí, como es el recorrer la ciudad caminando.

Puede que sea la sensación de sentirse parte de este enorme órgano viviente, el poder hacer uso de todos y cada uno de los espacios que este te brinda y de aquellos que también te niega, de poder experimentar sociedades contrastantes en solo un par de kilómetros (el recorrido entre Metro Los Leones hasta Metro Estación Central, caminando obviamente) es parte de lo que se descubre al estar en contacto con la ciudad, caminando por la ciudad, ser un transeúnte mas entre otros cientos .El descubrir una pequeña plaza aún no contaminada por estos enormes circuitos de juegos para niños estándares que hay en casi todas las plazas o una simple callecita alejada de las grandes avenidas que tiene un determinado estilo arquitectónico que desentona en el contexto pero a la vez se destaca del resto, dejándote una sensación agridulce.
Formas, aromas, luces, colores, experiencias, espacios, sensaciones, estados anímicos, vivencias, no lugares, etc es lo que me brinda esta ciudad amiga, es lo que me entrega Santiago.